Destello aguado en el más superficial de los tonos.
No decepción, nada perdido, ninguna esperanza derrotada y manchada de sangre en el cordón de la vereda. Ni siquiera un día con demasiada sombra.
Sólo un destello aguado y una música tenue -pero morbosa- que trepa a los ojos y desata su furia condensada. Sólo un vestigio de lo que nunca quise ser ni fui.
Una falsa nostalgia.
La impalpable idea de que me parezca extraño que no vengas a molestarme, a consolarme. La miserable espina de no conocerte.
La voraz certeza de que no soy del todo… esa parcialidad
que soy
por mucho que duela, por mucho que decepcione. Decepción. Eso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario