lunes, 22 de septiembre de 2008

Imaginario colectivo

"...si todos los gustos fueran iguales, ¿qué sería del amarillo?"
El alienista, J.M. Machado de Assís

Ya no sabemos si tenemos los pies en el lugar correcto o si están pegados a las manos, detrás de la nuca, saliendo de la boca. Nuestro ritmo de mimetización nos ha dejado exhaustos en la marea que no deja de presionarnos los oídos, confundiéndonos cada vez con mayor éxito.

No entendemos cuál es el paso siguiente, porque ni siquiera sabemos dónde tenemos los pies, ni hay un místico líder que nos muestre un faro que convertir en nuestra última esperanza. No podemos ni siquiera imaginar un estado diferente, ni mejor ni peor, porque carecemos de individualidad de pensamiento. Lo colectivo nos ha confinado a este cuerpo amorfo en el que, a fuerza de unir voces, de masacrarlas al límite para que se fundan unas con otras, ya no somos capaces de sintetizar una idea que pueda decirse nítida.

Ya a ninguno le hiere esta situación monstruosa de la que formamos parte; sería realmente inútil molestarse en sentir algo, cuando de inmediato ese sentimiento sería devastado por la amortiguación ambiente que reina en nuestra pequeña zona compartida. De manera que nos limitamos a presenciar el lento y desconcertante desmembramiento de cada uno de nosotros. En algún momento acabaremos unidos y sin memoria. Pero para eso falta. De momento el único problema es que no sabemos dónde tenemos los pies.

Imagen: "Identidad", Oleo sobre lienzo, Martha Meza, 2007

Tu sonrisa













"How subtle secret is your smile; Did you love none then?"

The sphinx, Oscar Wilde









Vos dibujame una sonrisa. Yo me encargo de los alfileres,
las frustraciones, los dias nublados,
los engaños, los dientes apretados,
la paranoia, las persuasiones,
las estrategias, los reproches, los pasadizos,
el sudor, los gemidos, los besos,
las promesas, las caricias, las madrugadas,
los temores, las coartadas,
la sangre, el hierro, los vendavales, los truenos,
mis angustias, tus motivos,
el consuelo, el pampero de los extraños,
las flores del desamor, los llantos,
las cartas, los martirios,
la vida sin vos, las tumbas, los ojos,
las cortinas, lo perdido.
Vos nomás dibujame una sonrisa.

Imagen: "Puerta de la sonrisa", Oleo sobre tela. Enkartist

La cuerda floja

"Ya no sos mi margarita, ahora te llaman Margot"
Celedonio Flores, 1921

El único gran problema es siempre la resistencia. La resistencia como la focalización de fuerzas para mantener un estado que no nos contenta del todo, a la espera de la oportunidad que nos dará el mundo, para cambiar (o intentar cambiar) hacia el estado que queremos. Ese tiempo muerto que nos separa de lo que anhelamos consiste sólo en resistir, es decir, simplemente no empeorar. Es por eso que los amantes se juran perpetua espera, mirando hacia el día en que podrán reunirse, aniquilando toda puerta entreabierta que la vida ofrezca porque están seguros de que la recompensa será mayor que todas las posibilidades ofrecidas en el camino. Cuando finalmente vuelvan a estar juntos, quizas puedan simular, sólo por unos segundos, que realmente son aquellos que alguna vez se amaron.

Imagen: "Margarita", Oleo. Maribel Caro

Maneras de estar



No me pregunto qué harás sin mí, porque mi alma se niega a aceptar que no estés rozando mi mano al caminar la ciudad. Tomo esas últimas imágenes que capturé prolijamente cuando me mirabas y las repaso una y otra vez, para que nada se olvide, para crear un pequeño fantasma tuyo que me sigue un par de minutos al día.


Imagen: Tierra de saltamontes, serie mixta sobre tela, Alejo Naranjo, 2008
Y como una insolente manera de protestar, las llaves de casa salieron enganchadas a las llaves de mi departamento torinese.