domingo, 26 de febrero de 2006

Futuro Inmediato


Y si en el destino se encontrara, yo no lo sabría.
La ceguera voluntaria de todo tránsito urbano, tan taxi, tan demora disfrazada de colectivo
convence transeúntes desolados, sin intuir siquiera que el mundo es otro asunto, que el testaferro de la vida no tiene escapatoria válida.


Pero el café con leche borra cualquier anhelo que se gritó en sueños.


Sin un suspiro, el mundo sale; los papeles, la mañana, el cansancio que vuelve. Las ganas de volver, de quedarse, las mentiras de cada uno, el verso de cada día, el padrenuestro, el conformismo


insostenible


la pena con todos, por todos, por todo
buscando ese latido que debe resistir
aunque se escuche lejano.

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