viernes, 20 de agosto de 2004

Aceleración de la gravedad (en todo sentido)

Sin tropiezo, sin miradas cautelosas, ni palabra de anestesia. Sin búsquedas, sin miedos, sin obligaciones ni extorsiones.
Sin yo, sin del otro lado yo, sin angustia ni luz. Sin astucia ni calzado, sin voz ni grito ni sombra. Sin tiempo ni integral, sin espacio, sin latido ni despedida. Sin nos vemos, ni dios,
ni ilusión; sin crueldades, sin reloj ni llego tarde. Sin buen día, sin te quise ni no quise.
Sin perdones, sin rodillas, sin amargo, sin embargo. Sin dudas ni consciencia ni banderas, sin mal, sin desprolijo, sin poesía. Sin percepción ni perfume. Sin colchones, sin tu oído, sin el mío.
Sin el gusto de la sombra salpicada, sin pared ni cemento, sin un alma. Sin pobreza de palabra, sin expresión ni sonrisa, sin lluvia de madrugada, sin absurdos, sin cornisas.
Sin la mortaja de nada, sin patrulleros, sin flores. Sin ya vuelvo, sin honores, sin papeles ni sueldo, sin suicidios de colores, sin la muerte, sin duelo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto me suena a dadaísmo -.-
Bello, son dudas